Alfabeto IPA II. Petaka, bodega, mono.
El alfabeto de la IPA muchas veces intimida al no iniciado. Vamos a empezar un repaso de los signos que son transparentes, es decir, se pronuncian como la letra que los representa.
Empecemos por las oclusivas. Hay un mnemotécnico fácil en español, aunque me voy a permitir un poco de ortografía alternativa: petaka bodega mono.
Petaka contiene las tres oclusivas sordas de ambos idiomas. Se pronuncian con más energía que en español (de hecho, hay una pequeña aspiración tras las consonantes). Además, la t (de hecho, a la d también le ocurre) no es exactamente como la española. La t y la d españolas son dentales (el ápice de la lengua se apoya en todo el diente, y el resto de la lengua tiende a curvarse hacia arriba). En inglés, son apicoalveolares (o sea, la punta de la lengua toca la raíz de los dientes), con lo cual el resto de la lengua se curva hacia abajo. Eso explica que los ingleses, cuando hablan en español, digan una t tan rara (a ver, ¿alguien recuerda a Melanie G. llamando a su esposo?).
Bodega contiene las tres oclusivas sonoras. La mayor diferencia es que en español las oclusivas sonoras sólo son oclusivas cuando van tras pausa (a principio de frase, por ejemplo) o tras m/n. En inglés siempre son oclusivas. O sea, en el caso de la b hay que unir los labios siempre. (Hay que recordar que cada símbolo fonético tiene una única pronunciación, ése es su fin y su utilidad. De modo que /g/ se pronuncia siempre como en gato, nunca como en geranio.)
Mono contiene las oclusivas nasales. Y aquí vamos a introducir el primer signo raro. Veamos. La m se pronuncia como en español. Idéntica. La n en español tiene dos alófonos, o sea, dos pronunciaciones que no interfieren con el significado. En español estándar, la n delante de consonantes velares (o sea, g/k), se asimila (se convierte en velar) pronunciándose con la punta de la lengua tocando los dientes inferiores; en el resto de posiciones, se pronuncia tocando los dientes superiores.
En Andalucía, la situación no es igual: la n inicial de sílaba se pronuncia como en Castilla, la n final de sílaba se pronuncia velar, salvo cuando va delante de t/d.
El primer sonido se representa con el símbolo /ŋ/ (esa n con la segunda pata más larga). Es típico en la terminación -ing, que en inglés tiene dos fonemas: la g no se pronuncia, lo que hace es cambiar la pronunciación de la n. El segundo, se representa con /n/.
En realidad, el fonema /ŋ/ en inglés no existe más que a final de sílaba. Pero ahí, es importante distingir /sɪn/ de /sɪŋ/ (no es lo mismo pecar - sin, que cantar - sing).
Evidentemente, en inglés hay un fonema oclusivo nasal que no existe, el que corresponde a nuestra españolísima letra ñ. (Que por supuesto, también tiene su símbolo IPA, pero como no se usa en inglés, no nos compliquemos la vida.)
Dejemos aquí este primer repaso al alfabeto IPA. De los primeros 9 fonemas repasados (aproximadamente la cuarta parte del alfabeto IPA), sólo uno no existe en el alfabeto español, y no parece demasiado complicado, ¿verdad?
Empecemos por las oclusivas. Hay un mnemotécnico fácil en español, aunque me voy a permitir un poco de ortografía alternativa: petaka bodega mono.
Petaka contiene las tres oclusivas sordas de ambos idiomas. Se pronuncian con más energía que en español (de hecho, hay una pequeña aspiración tras las consonantes). Además, la t (de hecho, a la d también le ocurre) no es exactamente como la española. La t y la d españolas son dentales (el ápice de la lengua se apoya en todo el diente, y el resto de la lengua tiende a curvarse hacia arriba). En inglés, son apicoalveolares (o sea, la punta de la lengua toca la raíz de los dientes), con lo cual el resto de la lengua se curva hacia abajo. Eso explica que los ingleses, cuando hablan en español, digan una t tan rara (a ver, ¿alguien recuerda a Melanie G. llamando a su esposo?).
Bodega contiene las tres oclusivas sonoras. La mayor diferencia es que en español las oclusivas sonoras sólo son oclusivas cuando van tras pausa (a principio de frase, por ejemplo) o tras m/n. En inglés siempre son oclusivas. O sea, en el caso de la b hay que unir los labios siempre. (Hay que recordar que cada símbolo fonético tiene una única pronunciación, ése es su fin y su utilidad. De modo que /g/ se pronuncia siempre como en gato, nunca como en geranio.)
Mono contiene las oclusivas nasales. Y aquí vamos a introducir el primer signo raro. Veamos. La m se pronuncia como en español. Idéntica. La n en español tiene dos alófonos, o sea, dos pronunciaciones que no interfieren con el significado. En español estándar, la n delante de consonantes velares (o sea, g/k), se asimila (se convierte en velar) pronunciándose con la punta de la lengua tocando los dientes inferiores; en el resto de posiciones, se pronuncia tocando los dientes superiores.
En Andalucía, la situación no es igual: la n inicial de sílaba se pronuncia como en Castilla, la n final de sílaba se pronuncia velar, salvo cuando va delante de t/d.
El primer sonido se representa con el símbolo /ŋ/ (esa n con la segunda pata más larga). Es típico en la terminación -ing, que en inglés tiene dos fonemas: la g no se pronuncia, lo que hace es cambiar la pronunciación de la n. El segundo, se representa con /n/.
En realidad, el fonema /ŋ/ en inglés no existe más que a final de sílaba. Pero ahí, es importante distingir /sɪn/ de /sɪŋ/ (no es lo mismo pecar - sin, que cantar - sing).
Evidentemente, en inglés hay un fonema oclusivo nasal que no existe, el que corresponde a nuestra españolísima letra ñ. (Que por supuesto, también tiene su símbolo IPA, pero como no se usa en inglés, no nos compliquemos la vida.)
Dejemos aquí este primer repaso al alfabeto IPA. De los primeros 9 fonemas repasados (aproximadamente la cuarta parte del alfabeto IPA), sólo uno no existe en el alfabeto español, y no parece demasiado complicado, ¿verdad?
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